12. La traerá, pues, al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, en memoria suya, y hará perfume sobre el altar sobre las otras ofrendas encendidas al SEÑOR; es pecado.
13. Y así lo reconciliará el sacerdote de su pecado en que pecó en alguna de estas cosas, y tendrá perdón; y el sobrante será del sacerdote, como el presente.
14. Habló más el SEÑOR a Moisés, diciendo:
15. Cuando alguna persona hiciere prevaricación, y cometiere pecado por yerro en las cosas santificadas al SEÑOR, traerá por la expiación de su culpa al SEÑOR, un carnero sin tacha de los rebaños, conforme a tu estimación, de dos siclos de plata del siclo del santuario, por su culpa.