13. Mas si la hija del sacerdote fuere viuda, o repudiada, y no tuviere prole, y se hubiere regresado a la casa de su padre, como en su juventud, comerá del pan de su padre; pero que ningún extraño coma de él.
14. Y el que por yerro comiere santificación, añadirá a ella su quinto, y lo dará al sacerdote con la ofrenda que comió.
15. No contaminarán, pues, las santificaciones de los hijos de Israel, las cuales apartan para el SEÑOR;
16. ni les harán llevar la iniquidad de su culpa, comiendo las santificaciones de ellos. Porque YO SOY el que los santifico.