18. Así detendrá su alma de corrupción, y su vida de ser pasado a espada.
19. También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,
20. que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave.
21. Su carne desfallece sin verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
22. Su alma se acercará al sepulcro, y su vida a los enterradores.
23. Si tuviera cerca de él un mensajero, un intérprete, uno entre mil que mostrare al hombre su rectitud;
24. que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló rescate;
25. se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud.
26. Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con gritos de alegría; y él dará al hombre el pago de su justicia.
27. El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado;