19. ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién tan sordo, como mi mensajero, a quién envío? ¿Quién es ciego como el perfecto, y ciego como el siervo del SEÑOR,
20. que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?
21. El SEÑOR celoso por su justicia, magnificará la ley y la engrandecerá.
22. Por tanto éste es pueblo saqueado y hollado; todos ellos han de ser enlazados en cavernas, y escondidos en cárceles. Serán puestos a despojo, y no habrá quien los libre; serán hollados, y no habrá quien diga: Restituid.
23. ¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Advertirá y considerará respecto al porvenir?