7. En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
8. Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques, ni a las imágenes del Sol.
9. En aquel día las ciudades de su fortaleza serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas. Como lo que dejaron de los hijos de Israel; y será asolamiento.
10. Porque te olvidaste del Dios de tu salud; y no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por tanto plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño.
11. El día que las plantares, las harás crecer; y harás que tu simiente brote de mañana; mas en el día del coger, huirá la cosecha, y será dolor desesperado.
12. ¡Ay! multitud de muchos pueblos, que sonarán como sonido del mar; y murmullo de naciones harán alboroto como murmullo de muchas aguas.