12. ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda la villa con iniquidad!
13. ¿No es esto del SEÑOR de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y los gentiles se fatigarán en vano.
14. Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren el mar.
15. ¡Ay del que da de beber a sus compañeros, que les acercas tu odre y les embriagas, para mirar después sus desnudeces!